Como buena nómada digital hoy les comparto mi columna desde la ciudad de Puebla, en México.
Me trajo a tierras aztecas la maravillosa oportunidad de sumarme al cuerpo docente de una prestigiosa universidad, justamente a compartir conocimientos y experiencias sobre una temática tan actual como apasionante: claves para desarrollar negocios en Latinoamérica.
Sin lugar a dudas un tema amplio pero que se renueva y cobra vigencia, puesto que valorando la coyuntura internacional actual nuestro continente propone diversos contrastes, y con ellos diferentes oportunidades. Cada mercado, país y sector cuenta con sus propias características socio -culturales, políticas y económicas, y este es el gran valor agregado y desafío a la vez.
Latinoamérica y Caribe se integran por 33 países, formando así un puzzle heterogéneo de ofertas y demandas que se amalgaman perfectamente en el comercio internacional, mercado en el que aun tenemos mínima incidencia. (Latam participa en el 8% del PBI mundial; CEPAL 2020).
En esta heterogeneidad que ofrecemos esta nuestra fortaleza, tanto hacia afuera de la región como hacia el comercio de integración y la generación de cadenas de valor regionales latinoamericanas.
En la mirada que va mas allá de los océanos encontramos la oportunidad como referentes en insumos primarios (agrícola-ganaderos) y de sus derivados; aun cuando hemos visto durante años los varios limitantes y políticas para-arancelarias para evitar el ingreso de esta categoría al mercado europeo.
Y es que el comercio internacional acuña ahora conceptos que remiten a un nuevo mapa mundial, transitando del “just in time” de la eficiencia al “just in case” que permita contar con una contingencia ante eventuales crisis (sanitarias, bélicas, de mercado, etc.)
Del mismo modo, y con un enfoque hacia el interior de la región se refuerza la integración como factor fundamental para un nuevo horizonte. Ello no debiera de requerir nuevos mecanismos integradores, sino poner en practica de forma eficiente y eficaz los ya existentes. Promover una logística inteligente, fluida, segura, que acompañe inversiones y potencie estrategias de desarrollo de servicios que brinden un valor agregado, permitiendo así una recuperación económica que por derrame alcance a la sociedad toda.
El mapa del mundo ha cambiado, la diversificación de riesgos es un valor a considerar. Lejos de volvernos hacia un mundo de regímenes de sustitución de las importaciones por producción nacional (reshoring), vemos un impulso hacia la generación de alianzas estratégicas y confiables (friendshoring) que permitan el desarrollo de cadenas de valor eficientes. La cercanía brinda reducción de costos, eficiencia de tiempos, oportunidad de complementar gestión; en definitiva escalar la participación y presencia de las empresas latinoamericanas en el comercio internacional.
Comprender el escenario será fundamental para generar marcos adecuados con mirada en las metas propuestas.
Es tiempo de analizar, planificar, y tomar acción.
FUENTE: TODO LOGISTICA