Inestabilidad de tarifas, baja demanda comprometerían resultados de 2023
Los beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) de las navieras en los últimos tres años habrían superado las ganancias combinadas de los 63 años de historia del transporte marítimo de contenedores, sumando US$208.000 millones en 2022, US$164.000 millones en 2021 y US$24.000 millones en 2020, según datos de un nuevo análisis publicado por Sea-Intelligence.
Además, el reporte estima que para 2023 la industria podría acumular un EBIT de US$15.000 millones, debido a una menor rentabilidad a causa del disminuido volumen de carga y la baja de las tarifas de flete.
Tarifas inestables
Contradictoriamente, las tarifas de flete, aunque han estado bajando de manera sostenida en los últimos meses, se mantienen aún en niveles por sobre los valores pre-pandemia. Por ejemplo, en la ruta transatlántica Europa hacia Estados Unidos, el transporte de materiales está ayudando a que las tarifas continúen altas debido a la alta demanda –más del doble de las registradas antes del estallido del Covid-19-- aunque en la ruta transpacífica los precios de transporte de contenedores ya han regresado a las cifras previas a la pandemia.
Aunque consultoras como Drewry muestran caídas de hasta 30% en las tarifas en la ruta desde el norte de Europa a la costa este de Estados Unidos (Róterdam-Nueva York), promediando los US$5.000 por unidad de cuarenta pies, lo que posiciona a los valores registrados hasta 2,5 veces por sobre los promedios de 2019.
El exceso de existencias en bodegas y la falta de demanda de consumo están siendo las principales dificultades a la hora del repunte de tarifas, especialmente en la ruta desde China hacia la costa oeste de Estados Unidos.
Efecto dominó
Aunque independientes la una de la otra, la caída de las tarifas en una ruta inevitablemente termina por afectar a la otra, marcando una tendencia a la baja en las tarifas arrastrando al mercado por completo. El problema, según señalan analistas expertos, es que la caída de las tarifas spot tiene un impacto de largo plazo en los contratos, favoreciendo el mercado spot –que siempre estará ofreciendo precios más bajos—en desmedro de los altos valores pactados en los contratos, perpetuando la caída de las tarifas y comprometiendo las ganancias de las que gozan actualmente las navieras.
El secreto del éxito –o al menos la fórmula para no caer aún más profundo—estaría en la gestión de la capacidad y velocidad de navegación, junto con un adecuado manejo de la oferta frente a la demanda disminuida, el exceso de mercancía almacenada y el cambio en el comportamiento de consumo hacia alimentos y en vez de bienes. No basta solo con considerar los factores propios del transporte, como el valor del combustible, sino que es importante recordar las condiciones y contexto del mercado para aportar en la estabilización.
FUENTE: Mundo Maritimo