Los robots colaborativos, también conocidos como cobots (de su abreviación en inglés, collaborative robots), son una categoría de robots diseñados para trabajar de manera segura y eficiente junto a los seres humanos. A diferencia de los robots industriales tradicionales, que suelen operar de forma aislada en entornos de trabajo segregados, los cobots están diseñados para interactuar directamente con los humanos y compartir el mismo espacio de trabajo de manera segura.
Los cobots están equipados con sensores y tecnología avanzada que les permite detectar la presencia de personas y evitar colisiones. Esto permite una colaboración segura y estrecha entre humanos y robots, lo que puede mejorar la eficiencia y la productividad en una variedad de aplicaciones industriales y comerciales.
Estos robots colaborativos se utilizan en una amplia gama de sectores y tareas, como ensamblaje de productos, manipulación de materiales, empaquetado, soldadura, inspección de calidad, entre otros. Los cobots son especialmente útiles en tareas repetitivas, pesadas o peligrosas, ya que pueden asumir esas tareas y permitir que los trabajadores humanos se centren en actividades más complejas y creativas.
Una característica importante de los cobots es su facilidad de programación y reprogramación. En lugar de requerir programación especializada por parte de expertos en robótica, muchos cobots están diseñados para ser programados por personal no especializado. Esto facilita la implementación y la flexibilidad en entornos de trabajo en constante cambio.
Cada año, la tecnología de automatización colaborativa se vuelve más sofisticada y fácil de usar que nunca
Cibermanufactura
Los robots desempeñan un papel importante en la industria manufacturera, donde se utilizan para llevar a cabo una variedad de tareas automatizadas. Estos robots industriales son capaces de realizar trabajos repetitivos y precisos, lo que mejora la eficiencia y la calidad en los procesos de fabricación. Aquí hay algunas áreas en las que los robots se utilizan comúnmente en la manufactura:
Ensamblaje: Los robots pueden realizar tareas de ensamblaje, como unir componentes, soldar, atornillar o pegar. Son capaces de trabajar de manera rápida y precisa, lo que ayuda a acelerar la producción y a reducir los errores.
Manipulación de materiales: Los robots pueden transportar y manipular materiales en el proceso de fabricación. Pueden mover cargas pesadas de manera segura y eficiente, lo que reduce la cantidad de trabajo físico para los trabajadores humanos y minimiza los riesgos de lesiones.
Soldadura: La soldadura es una tarea común en la fabricación, y los robots de soldadura pueden realizar esta actividad de manera precisa y repetitiva. Pueden soldar piezas metálicas de forma eficiente, lo que garantiza una calidad consistente y reduce los tiempos de producción.
Paletizado y embalaje: Los robots son utilizados para el paletizado y embalaje de productos terminados. Pueden organizar y apilar productos en paletas de forma rápida y precisa, lo que agiliza el proceso de empaquetado y facilita la logística.
Fresado y mecanizado: Los robots también son usados para la alimentación de centros de mecanizado bajo conceptos de machine tending, en los que tanto la alimentación de piezas de trabajo al proceso, como su retiro con sistemas de automáticos de manejo de materiales, son cada vez más comunes y aceleran las celdas de producción.
La integración de robots en la manufactura puede mejorar la eficiencia, la calidad y la seguridad en los procesos de producción. Al liberar a los trabajadores humanos de tareas repetitivas y peligrosas, los robots permiten que se enfoquen en actividades de mayor valor añadido, como la planificación, el diseño y el control de calidad.
Humanos y robots
Los robots se posicionan como la principal fuerza transformadora en el servicio al cliente. Según un informe de la consultora internacional Mordor Intelligence, se espera que la tasa de crecimiento anual del negocio de la robótica como servicio sea del 44.9% del 2023 al 2028 en todo el mundo.
En México es una realidad que alcanza poco a poco a la sociedad, pero la economía robotizada es un cambio que en otras latitudes está más avanzado, como en Asia. De acuerdo con la International Federation of Robotics (IFR), durante 2021, el 74% de los robots fabricados en todo el mundo se instalaron en la región asiática, con China y Japón como los mercados líderes. Por eso es común encontrar robots en complejos industriales, hoteles, sucursales departamentales y tiendas de autoservicio en estos países.
Casi veinte años después de que los primeros cobots salieran al mercado, los usuarios finales experimentados y expresivos están impulsando la próxima era de automatización a través del desarrollo de productos orientados al cliente.
Cuando los fabricantes de robots comenzaron a fabricar cobots, pocas personas creían que serían lo suficientemente versátiles, intuitivos, seguros y asequibles para casi cualquier uso y tamaño de empresa; sin embargo, hoy en día estos equipos han ido ganando terreno a pasos más acelerados.
Cada año, la tecnología de automatización colaborativa se vuelve más sofisticada y fácil de usar que nunca. Se cree que uno de los factores que está impulsando este progreso continuo es el desarrollo de productos orientado al cliente. Los clientes de cobots de hoy se ven impulsados por la innovación que los rodea, incluidos los casos de uso de lo que otras empresas han logrado al recurrir a la automatización.
Primero el cliente
Muchos ahora también son usuarios experimentados de cobots. Incluso aquellos que son nuevos en la tecnología entienden las necesidades de su propio negocio mejor que nadie y pueden ofrecer información valiosa a las empresas de automatización sobre sus requisitos.
Lars Agerlin, vicepresidente de investigación y desarrollo en la firma Universal Robots (UR), señaló la evolución de los equipos de creación de productos de la compañía como un claro ejemplo del enfoque centrado en el cliente. “Para incluir la voz del cliente en nuestro proceso de desarrollo de productos, hemos reorganizado nuestro equipo para crear equipos de productos empoderados”, explicó Lars.
Este grupo profundiza en los desafíos de los clientes para desarrollar un vínculo claro entre los problemas que necesitan resolver y la mejor manera de hacerlo. “Como parte de eso, nuestro equipo de ingenieros continúa hablando con los clientes a lo largo del proceso de desarrollo, mostrándoles los pasos y recibiendo comentarios”, agregó Lars.
Lo anterior no indica que los robots sustituyan en todo a las personas. Al contrario, se aprovechan para complementar distintas tareas con el fin de mejorar los índices de satisfacción de los clientes. Los robots brindan un valor agregado y una personalización al momento de la compra, pero también apoyan a los colaboradores, manteniendo un equilibrio entre la automatización y la interacción humana.
A la larga, los avances en el campo de la robótica se harán más comunes en la vida cotidiana y compartirán el mismo entorno que los humanos. La tendencia es que en los próximos años veremos un incremento del uso de tecnología automatizada para mejorar la eficiencia en atención al consumidor en distintos sectores comerciales. Lo que inició como una idea futurista, ahora nos acompaña a elegir nuestras botanas preferidas.
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